martes, 6 de octubre de 2009



Desearía que no me hubieras besado aquella noche,
El viento se atreve a llevarse mis lágrimas,
Quisiera darme por vencida en tu mar tormentoso
Y que la inmensa soledad me cubra por completo.

En la eternidad de la noche se extingue tu voz,
Con el tiempo tus espinas se clavan más profundo,
Tan frío como la época del año en que te conocí
Compre todas las ilusiones que había a la venta.

En mis brazos encontrarías paz y seguridad,
si tan solo me permitieras amarte como te mereces,
Ese miedo que te ciega, que cada día nos aleja mas.
Podrán los besos infinitos vencer el tan extraño pasado?

Pura y frágil es la esperanza que me guia,
A penas me atrevo a susurrarte mi dolor,
La inmensidad de este amor me encoje,
Cierro los ojos para tratar de verte mejor.

Ese amor lejano que todavía te descoloca,
Podremos cumplir lo que nos prometimos al principio?
Terminará el silencio reduciéndonos a los dos?
Quisiera que el invierno volviera a nuestro mundo,
que la ingenuidad me cegara nuevamente
o que tu amor me llenara de seguridad.

Extraño las noches en las que tu alma me pertenecía...
En las que soñaba que nuestro amor era tan verdadero
como los dioses que guían nuestras vidas.
No habría dudas, no habría dolor, si tan solo me dieras tu corazón.

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